Después de dictar varias charlas sobre innovación, llegué a la conclusión que aprendemos más descubriendo, analizando y mirando a nuestro alrededor, que leyendo conceptos extraídos de libros, papers y otras fuentes.
Me gusta citar este ejemplo: Imaginemos un viaje familiar en los años 50 o 60. La cantidad de maletas y el peso de estas complicaban la experiencia del viaje, sin contar el cuidado de la familia y niños.
Una de las muchas personas que pasaba por esta situación era Bernard Sadow, un fabricante de maletas. Él arrastraba su equipaje por el Aeropuerto de Aruba hasta que vio a una persona que cargaba una máquina pesada sobre una plataforma con ruedas.

La solución al problema de Bernard estaba delante suyo: en 1970 colocó ruedas sobre su maleta, invento que patentó en 1972 y que cambió para siempre la manera en la cual viajamos. El primer vuelo comercial fue en 1914, ¡tuvieron que pasar 58 años para que alguien se diera cuenta de que la solución estaba frente a sus ojos!
¿De qué hablamos cuando hablamos de innovación? Pues, no solo de código, cables, grandes modelos de negocio, silicio o de grandes unicornios. Hablamos de soluciones a problemas reales, muchas veces que pasan frente a nuestros ojos. Parafraseando a Steve Jobs ‘solo tenemos que estar atentos y comenzar a unir puntos’.
Renzo Reyes es Director de Iniciativa Empresarial en UPC